UN REENCUENTRO MÁGICO

(hoja 8)

En un pueblo precioso llamado el Carmen provincia de jujuy ultimo estado de la Argentina en la parte norte, hace varios años fué el lugar elegido por las hermanas Pérez y sus esposos para sentar sus hogares. allí cuando hacia 20 años justos que había llegado mi madre con su hija menor aparecieron y casi sin avisar los dos hermanos Tomas Pérez y Antonio Pérez, ese día se producía el reencuentro mas ambincioso de nuestra historia Para mi fué un mes que pasó como un soplo yo casi ni me acostaba para estar allí mas tiempo, todo eran emociones y gozos como un milagro que jamas se podía repetir en nuestras vidas; para alcanzar nuestra felicidad plena nos faltó que mi madre a sus 90 años hubiera mantenido sus facultades normales pero no era así, su memoria estaba ya tan condolida que por sus gestos se adivinaba que ella no vivía la ilusión propia de nuestra compañía, nos quedó la duda que en algun momento sintió nuestro calor pero no pudo transmitirlo.
Por tanto la cara mas triste de este gran prodigio fue sin duda aquella despedida y el vacio irreparable de no haber organizado nuestro viaje al menos dos años antes. Viajamos otra vez a la argentina pasados 7 u 8 años esta vez lo hicimos mi hermano
y yo acompañados de nuestras esposas que igual fueron bien recibidas por nuestra familia y algunos amigos, se repitió de nuevo la felicidad durante nuestra estancia en aquel lugar.El país había empobrecido un poco en su economía, pero seguia rico en su belleza y en la nobleza de aquellas gentes, nuestro consejero tenia toda la razón. El churrasco la cerveza y la armonía estuvieron presentes en cada instante pero la mamica como todos le decíamos ya no estaba con nosotros, sus restos des cansaban en el cementerio del Carmen, visitamos su lecho y rezamos una oracion en su memoria que yo creo que le llegó, desde allí la gloria está mucho mas cerca. Ahora quiero hacer un paréntesis en estas vivencias reales mas tarde a lo mejor añado algo, mientras tanto lo que mas me encantaría es haber simpatizado a mis lectores en la medida de mis deseos, amabilidad y simpatía es muy fácil escribirlo pero llevarlo a la práctica casi nadie lo hacemos, para presumirlo, hemos de luchar siempre en contra de nuestros impulsos egoístas y renunciar a otros defectos como son la envidia o la crítica que nos hacen ver la mota en el ojo ajeno e ignorar la viga en el nuestro. Si hacemos uso a menudo de estas reglas todos podemos ser mejores. PEREZ PEREZ